La crisis de la COVID-19 está teniendo un enorme impacto en una sociedad todavía vulnerable a los efectos de la crisis económica iniciada en 2008. Pero este impacto no está siendo igual para todas las personas. Por ello, se pueden identificar tres tipos de vulnerabilidad que, además, se encuentran interrelacionados entre sí: la vulnerabilidad clínica, la vulnerabilidad social y la vulnerabilidad epidemiológica.
Este documento se centra en el análisis de los aspectos ligados a ese último tipo y ha sido revisado por la Ponencia de Promoción de la Salud, por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, por la Ponencia de Salud Laboral y por la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, y aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Las recomendaciones incluidas en este documento están en continua revisión, en función de la evolución y de la nueva información de la que se disponga sobre la infección por SARS-COV-2.